En 1863 el Gran General Tomás Cipriano de Mosquera convoca en la ciudad de Rionegro la convención nacional para la elaboración de la nueva Constitución política, que surge luego del Pacto de la Unión, realizado en 1861 en la misma ciudad.
Luego de 160 años de la constitución, esta, se ha considerado como la más progresista en la historia de la nación neogranadina de Colombia, gracias a que en ella, se reivindican los derechos de las comunidades nativas y afrodescendientes como ciudadanos de la patria, además, de abolir definitivamente la esclavitud.
La conmemoración de la Constitución de Rionegro, estuvo cargada de un simbolismo político, primero porque la Federación Nacional de Departamentos - FND, se limitó a ceder el protagonismo al Gobernador de Antioquia, quién en su discurso, usó el evento para atacar al gobierno nacional y un posible proyecto federalista, que se pueda rescatar mediante una asamblea nacional constituyente, induciendo a que se interprete el federalismo a su manera, desconociendo la naturaleza de los procesos de autonomía regional, invocando un concepto erróneo de descentralización que no es acorde con las crecientes realidades, además, no se contó con la presencia directa de actores representativos de la región o el país que explicaran el porqué del federalismo como proyecto nacional.
La única representación patriota que estuvo en el presente evento fue el Constituyente Andino por la República de Colombia Alexander Ferms, quién es bis sobrino nieto del Gran General y cuatro veces Presidente Tomás Cipriano de Mosquera, y quién ha promovido el proyecto federal en la modernidad desde su gestión internacional. Ferms, sentó su voz de protesta frente a la usurpación de la cuna de la libertad, por parte de personajes cuestionados políticamente, que dicen representar a los departamentos y que no están a la altura de presidir un evento de tal importancia histórica para el país.
Ferms dice, que la asamblea nacional constituyente se hará por encima de los cuestionamientos de quienes han sido enemigos históricos del desarrollo y el progreso del país, se reivindicará el proyecto federal y bolivariano para el rescate de la nación, devolviéndole al país el espíritu de la Constitución de Rionegro de 1863, que nunca debió ser sustituida.
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